El color del cabello es una herramienta de la imagen que nos ayuda a transmitir: seriedad, dulzura, proximidad, juventud, madurez; pero a la vez, influye también a nivel de belleza. Algunos colores, dependiendo de los rasgos faciales de cada persona y de la tonalidad de su piel, son claramente más favorecedores que otros.
Por lo general aconsejo a mis clientas que mantengan en lo posible su tonalidad natural, siempre con la idea de optar por aclarar o oscurecer uno o dos tonos, en función de la imagen que se desee transmitir, pero partiendo siempre de su color.
Los tonos claros suavizan las facciones del rostro, de la misma manera, también disimulan las líneas de expresión y los rasgos faciales, por lo tanto si lo que pretendemos es vernos más jóvenes es importante olvidarnos de los contrastes muy marcados y optar por una cierta armonía entre la tonalidad del rostro y el cabello; pero recuerda que un color excesivamente claro, o de la misma gama exacta que el rostro puede llegar a apagar.
El efecto del color es diferente en cabellos rizados, ondulados o lisos, pues con los cabellos lacios es cuando se luce más el tono.
A nivel de imagen podemos decir:
- Los tonos negros o castaños oscuros, suelen transmitir una imagen dura y distante, si tienes la piel pálida, crearás un gran contraste, poniendo el acento en el rostro y endureciendo notablemente tus rasgos. Si tu piel es beige, conseguirás un cierto equilibrio, pero aún así tu imagen será notablemente distante. Si tienes las piel bronceada, habrá armonía entre cabello y piel. Destacará todo en global, tu imagen será más distinguida.
- Los tonos medios, miel, rubio ceniza, rubio, castaño claro, suelen transmitir una imagen neutra, cercana y muy versátil. Si tienes la piel pálida habrá un suave contraste, muy embellecedor; tu imagen será cercana. Si tienes la piel beige, habrá más consonancia y si tienes la piel bronceada, más uniformidad entre los tonos de piel y cabello. Una imagen más neutra.
- Los tonos claros, rubio platino, cabello blanco, suelen transmitir una imagen dulce y accesible. Si tienes la piel pálida, conseguirás matizar ambas tonalidades y una imagen muy accesible, incluso un tanto apagada. Si tienes la piel beige, habrá un ligero contraste y si tienes la piel bronceada, habrá un gran, pero suave contraste muy favorecedor.
- Los tonos rojizos, caoba, pelirrojos, anaranjados, suelen transmitir una imagen atrevida, traviesa y extremada. Si tienes la piel pálida, conseguirás un ligero contraste, si tienes pecas anaranjadas más armonía, tu imagen será traviesa y atrevida. Si tienes la piel beige, no destacará, tanto ni el cabello, ni tu rostro y si tienes la piel bronceada, habrá un contraste muy favorecedor, tu imagen será más extremada.
Si eres muy atrevida y te gustan los cambios, te animo a experimentar, puedes hacerte fotos con las diferentes opciones y después compararlas!!