Parece que los hombres están más limitados por lo que a la indumentaria y a los accesorios se refiere, como es lógico, todo ello influye directamente en los estilismos finales.
Sin embargo muchas veces las limitaciones son fruto de las elecciones de uno mismo, ya que el mercado nos ofrece un abanico de posibilidades cada vez más extenso: zapatos de colores, fulares, gorras, corbatas divertidas, carteras en materiales originales…
No es necesario ponérselo todo, muchas veces un pequeño detalle puede servir para dar un toque más actual, más creativo o incluso más atrevido y distinguido, que por cierto, a las mujeres nos encanta.
A todos los que os cuesta cambiar, os animo a salir de lo clásico, de lo seguro, de lo estipulado. Os animo a abriros un poco más, introduciendo pequeños cambios con los que os sintáis bien, y que a la vez os ayuden a proyectar vuestro estilo propio.